Esta práctica consta de ejercicios “full body” que trabajan todo el cuerpo, sin embargo, pilates se centra principalmente en fortalecer el abdomen, el piso pélvico y las lumbares. Estos músculos sostienen la columna y nuestro centro de gravedad, por lo que ayuda a mejorar la postura y evitar dolores de espalda.
Aunque son ejercicios de bajo impacto, trabajan los músculos a profundidad a través de movimientos lentos y precisos, adaptándose a las necesidades de cada individuo en todos los sentidos. De hecho, en muchas ocasiones se recomienda hacer pilates para rehabilitar el cuerpo después de algún trauma o lesión.
Parece que hacer pilates es sólo una moda pero en realidad, Joseph Pilates creó este método alrededor de 1920 después de trabajar con bailarines en recuperación. Es por eso que son ejercicios que se enfocan en recuperar la fuerza y estabilidad de los músculos, para así asegurar el funcionamiento apropiado de los mismos.
Puedes hacer pilates en piso o trabajar ejercicios en reformer. Si nunca has hecho pilates te recomendamos empezar con clases en piso y/o pared para que tu cuerpo entienda y se vaya familiarizando con las posturas sin ningún tipo de resistencia para después empezar a trabajar con la maquina reformer.
Estos son los beneficios de hacer pilates
Practicar esta disciplina trae consigo muchos beneficios, entre ellos, mejora la postura, el equilibrio, la flexibilidad del cuerpo e incluso la respiración, ya que ésta es clave en sus ejercicios, usando la inhalación para descomprimir y estirar la columna.
Contrario a como funcionan otras disciplinas y ejercicios, pilates no aumenta la masa muscular, al tensarlos todos por igual, los alarga y fortalece para crear una figura tonificada pero equilibrada y estética.
No hay edad recomendada para empezar o dejar de practicar esta disciplina. Si todavía no te animas a ir a un estudio de pilates, existen mil planes, páginas y aplicaciones online con las que puedes empezar a ponerla a prueba. ¡Hazlo y poco a poco notarás sus beneficios!