Las redadas policiales contra bandas de narcotraficantes en tres estados brasileños han dejado al menos 43 muertos.
En la última operación llevada a cabo en Río de Janeiro, la policía respondió al fuego en un tiroteo en la zona de Complexo da Penha, en el que murieron al menos 8 personas.Anteriormente, 16 personas murieron en enfrentamientos durante una redada policial de cinco días en el estado de São Paulo, denominada Operación Escudo.Y en el estado nororiental de Bahía, según las autoridades, han muerto 19 sospechosos desde el viernes. 58 personas fueron detenidas durante la operación en el estado de São Paulo, que comenzó tras la muerte de un agente de las fuerzas especiales de la policía el jueves en la ciudad costera de Guarujá.
La policía encontró 385 kg de narcóticos, así como de armas, según los medios de comunicación locales. La operación en Guarujá fue criticada por el ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, quien afirmó que la reacción de la policía no fue proporcional al delito cometido.
Amnistía Internacional declaro que la redada policial de Guarujá mostraba “claros signos de búsqueda de venganza por la muerte de un agente de policía”.
En Río de Janeiro, un capo del narcotráfico y un traficante figuran entre las 10 personas asesinadas el miércoles, según informan los medios de comunicación locales. Otras cuatro personas resultaron heridas, entre ellas un agente de policía.T estigos declararon a los medios de comunicación locales haber oído varios disparos y enfrentamientos entre miembros de bandas fuertemente armados y la policía.
Talíria Petrone, diputada del estado de Río de Janeiro, condenó la operación. Dijo que “no hay explicación para que el Estado siga convirtiendo la vida en las favelas en un infierno como éste”.
Las escuelas de los alrededores del Complexo da Penha no abrieron el miércoles, lo que obligó a unos 3,220 alumnos a quedarse en casa.
Las visitas domiciliarias organizadas por el servicio nacional de salud también se suspendieron por motivos de seguridad.
En un comunicado publicado tras la redada policial en Río, el instituto afirmó que se habían producido 33 incidentes en la ciudad desde principios de año, con un total de 125 muertos. Brasil tiene un alto nivel de violencia armada en el que también crecen los temores por la seguridad. Pero cada vez hay más peticiones de que se investiguen abusos contra los derechos humanos cometidos por la policía.Estas redadas policiales suelen acabar con muertos en las favelas, y ya se han denunciado antes los grupos paramilitares dirigidos por policías retirados y fuera de servicio, conocidos como milicias. En esta zona, la violencia policial no es nueva: todas las semanas hay tiroteos que dejan muertos.
Ha habido algunas iniciativas para mejorar la situación. Desde 2020, la policía militar de São Paulo lleva cámaras en sus uniformes y, en los dos primeros años del programa, el número de personas muertas a manos de la policía descendió un 61%.
Hay reportes que indican que esta iniciativa sera aplicada por el Presidente Luiz Inácio Lula da Silva a nível federal.