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PUERTO PRÍNCIPE, Haití – En un país azotado por la violencia y la pobreza implacables, puede haber un faro de luz para muchos jóvenes interesados no sólo en ganarse la vida para su familia, sino también en apoyar a su país.

El anuncio de que el ejército de Haití quería reclutas crepitó a través de una pequeña radio situada en un puesto callejero del centro de Puerto Príncipe, donde Maurenceley Clerge repara y vende teléfonos inteligentes.

Credito:PBS

Miles de jóvenes haitianos están aprovechando la oportunidad de convertirse en soldados, ya que la violencia generalizada de las bandas crea una rara oportunidad de empleo en un país profundamente empobrecido donde el trabajo escasea. Dejando a un lado la posibilidad de ser secuestrados, torturados o asesinados, la generación más joven de Haití está respondiendo a la llamada de un gobierno que intenta reconstruir un ejército antaño vilipendiado, reinstaurado hace apenas unos años con el objetivo de aplastar a las bandas.

El gobierno de Haití no ha dicho cuántos soldados pretende contratar ni cuántos se han presentado hasta ahora, pero los documentos publicados en Internet por el Ministerio de Defensa muestran que al menos 3,000 personas fueron seleccionadas a mediados de agosto y se les pidió que presentaran documentos mientras esperaban las pruebas físicas y mentales.

Si todos fueran contratados, se duplicaría con creces la fuerza de 2.000 efectivos de principios del año pasado.

Alrededor del 60% de los casi 12 millones de habitantes de Haití ganan menos de 2 dólares al día, con una inflación que se ha disparado a dos dígitos en los últimos años.

Cientos de hombres, en su mayoría jóvenes, hacían cola frente a una antigua base de las Naciones Unidas para realizar la primera de las pruebas exigidas para ingresar en el ejército.