PUERTO PRÍNCIPE, Haití – El aeropuerto internacional de Haití cerró el lunes después de que las bandas abrieran fuego contra un vuelo comercial que aterrizaba en Puerto Príncipe, lo que llevó a algunas compañías aéreas a suspender temporalmente sus operaciones mientras el país juraba un nuevo primer ministro interino que prometió restaurar la paz.
El vuelo de Spirit Airlines que se dirigía de Fort Lauderdale (Florida) a Puerto Príncipe se encontraba a sólo unos cientos de metros de aterrizar en la capital haitiana cuando las bandas dispararon contra el avión golpeando a una azafata, que sufrió heridas leves, según la compañía aérea, la embajada estadounidense y los datos de seguimiento del vuelo. El vuelo fue desviado y aterrizó en la República Dominicana.
Credito:NoticiasAP
El tiroteo parecía formar parte de lo que la embajada estadounidense calificó de «esfuerzos dirigidos por bandas para bloquear los viajes hacia y desde Puerto Príncipe, que pueden incluir violencia armada e interrupciones en carreteras, puertos y aeropuertos». Spirit, JetBlue y American Airlines dijeron el lunes que cancelaban sus vuelos hacia y desde Haití.
En otras partes de la capital haitiana se produjeron tiroteos entre bandas y la policía. Rondas de disparos resonaron por las calles mientras agentes fuertemente armados se agachaban detrás de los muros y los civiles corrían aterrorizados. En otras zonas de clase alta, las bandas incendiaron viviendas. El pánico cundió en varias zonas y los colegios cerraron.
Las Naciones Unidas estiman que las bandas controlan el 85% de la capital, Puerto Príncipe, mientras que una misión respaldada por la ONU y dirigida por la policía keniana para sofocar la violencia de las bandas se enfrenta a la falta de financiación y personal, lo que ha provocado llamamientos a favor de una misión de mantenimiento de la paz de la ONU.
Louis-Henri Mars, director ejecutivo de Lakou Lapè, una organización que trabaja en la consolidación de la paz en zonas violentas de Haití, afirmó que la lucha política ha «permitido a las bandas tener más libertad para atacar más barrios de la ciudad y ampliar su control de Puerto Príncipe». La población civil, teme, sufrirá las consecuencias.
«Se perderán más vidas, habrá más desplazamientos internos y más hambre en un país donde la mitad de la población está al borde de la inanición», afirmó.
Organizaciones como la Organización de Estados Americanos intentaron y fracasaron la semana pasada mediar en los desacuerdos en un intento de salvar la frágil transición.