SAO PAULO, Brasil – La policía brasileña arrestó a cinco oficiales acusados de un complot golpista que incluía planes para derrocar al gobierno tras las elecciones de 2022 y matar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, informaron las autoridades.
Según la investigación, los golpistas también planeaban matar al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes. Los medios de comunicación brasileños dijeron que entre los cinco detenidos había cuatro militares y un policía.
La policía dijo que se han llevado a cabo cinco órdenes de detención, así como tres órdenes de registro e incautación junto con otras medidas, entre ellas la incautación de los pasaportes de los sospechosos y la prohibición de que contacten con otras personas.
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El juez Alexandre de Moraes, que autorizó las detenciones, dijo que una investigación policial reveló que en la trama golpista estaban implicados militares entrenados en las Fuerzas Especiales del Ejército y un alto cargo retirado.
«El objetivo era impedir la toma de posesión del gobierno legítimamente elegido y socavar el libre ejercicio de la democracia y la autoridad del poder judicial de Brasil», dijo de Moraes en la orden.
«Estas acciones, que alcanzaron su punto álgido entre noviembre y diciembre de 2022, formaban parte de un plan más amplio para llevar a cabo un golpe de Estado», añadió.
Las declaraciones de ambos se suman a los problemas legales de Bolsonaro, mientras los fiscales buscan encontrar vínculos entre el líder de extrema derecha y los disturbios del 8 de enero de 2023 que destrozaron edificios gubernamentales en la capital, Brasilia, una semana después de la toma de posesión de Lula.
El Presidente Lula fue informado de las órdenes de detención a primera hora de la mañana del martes, según informan los medios de comunicación brasileños, pero aún no ha hecho comentarios sobre la operación policial.
El presidente brasileño es el anfitrión de la última jornada de la cumbre del G20 en Río de Janeiro y se espera que mantenga reuniones bilaterales con el presidente Joe Biden y otros líderes. Lula no mencionó las detenciones durante su discurso de apertura de la cumbre.