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CIUDAD DE MÉXICO – La presidenta de México dijo el lunes que gran parte del dinero obtenido por la eliminación de organismos independientes de supervisión y regulación se destinará al ejército para financiar un aumento en el salario de los soldados.

El anuncio de la presidenta Claudia Sheinbaum es el último de una serie de nuevas e inusuales fuentes de financiación para pagar a los cada vez más influyentes militares del país.

(AP Photo/Fernando Llano)

La semana pasada, el Congreso de México aprobó cobrar a cada pasajero de crucero una tasa de inmigración de 42 dólares, y gran parte de ese dinero se destinará también a las fuerzas armadas.

Sheinbaum la calificó de medida de ahorro, argumentando que el gobierno puede gestionar con mayor eficacia funciones como las solicitudes de libertad de información, la aplicación de la legislación antimonopolio y la regulación del mercado energético.

Sin embargo, los críticos e inversores extranjeros temen que esto abra la puerta al favoritismo y a la falta de transparencia.

El lunes, el gobierno anunció un acuerdo de «paquete turístico» en el que otro proyecto militar que pierde dinero -la aerolínea estatal Mexicana- ofrecería vuelos a estaciones de la línea del Tren Maya.

El vuelo despegaría, por supuesto, de otro proyecto dirigido por los militares, el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles de Ciudad de México, que apenas empieza a ser rentable porque el gobierno obligó a los aviones de carga, y a algunos vuelos de pasajeros, a utilizarlo.