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CIUDAD DE MÉXICO – El presidente de México dijo el lunes que los fiscales están investigando a los funcionarios de una ciudad donde se colocó un cartel de agradecimiento a un capo de la droga por los regalos de temporada navideña para los niños.

En el pasado, los cárteles de la droga en México han entregado a menudo regalos o bolsas de comida a la población local durante las fiestas, para tratar de mejorar su imagen o conseguir apoyo local. Los cárteles a menudo quieren que la población local les avise de las incursiones del ejército, pero al mismo tiempo las bandas suelen extorsionar a los residentes locales con dinero para protección.

Vídeos publicados en las redes sociales la semana pasada desde la localidad de Coalcomán, en el occidental estado de Michoacán, mostraban un cartel en una feria navideña en el que se agradecían los regalos al líder del cártel de Jalisco, Nemesio Oseguera, más conocido por su apodo de «El Mencho».

«Los niños de Coalcomán agradecemos al señor Nemesio Oseguera y a sus hijos 2, 3 y Delta 1 por su noble gesto. Gracias por sus regalos», decía el cartel.

Una persona que hablaba por un altavoz repitió ese mensaje, pero no estaba claro hasta qué punto los funcionarios locales estaban implicados o al tanto del mensaje, o si lo habían aprobado. Este tipo de ferias suelen estar organizadas en parte por grupos cívicos, vecinales o de otro tipo.

La Presidenta, Claudia Sheinbaum, dijo el lunes que se estaba investigando a las autoridades locales por cualquier posible relación con el cartel.

«Obviamente, condenamos estos carteles», declaró. «Un grupo criminal no puede celebrar un acto público para promover la aceptación de la violencia».

Sheinbaum dijo que los fiscales federales estaban investigando si el alcalde de la ciudad «tiene vínculos con grupos criminales, o quién puso este cartel».

En las zonas de Michoacán a lo largo de la frontera con Michoacán dominadas por el poderoso cártel de Jalisco, no es raro ver señales del control de la banda.

El cártel instaló puestos de control en las carreteras de la zona y atacó a sus rivales con bombas colocadas al borde de las carreteras y drones lanzabombas, al tiempo que donaba camas elásticas para los hijos de los residentes locales. Los cárteles también han obligado a algunos residentes locales a unirse a manifestaciones contra las operaciones del ejército.

La política del gobierno mexicano de no enfrentarse a los cárteles ha dejado a menudo a los funcionarios locales en la incómoda posición de tener que tratar con las bandas locales, e incluso en algunos casos, entregarles parte del presupuesto municipal.