Skip to main content

SAN SALVADOR, El Salvador – El ministro de Seguridad de Costa Rica, Gerald Campos Valverde, llegó el viernes a El Salvador para evaluar las medidas adoptadas por el país para reducir la violencia de las pandillas callejeras durante el estado de excepción que se mantiene desde hace tres años. Esta visita fue ordenada por el Presidente Rodrigo Chaves, con el objetivo de adoptar estrategias eficaces para combatir la delincuencia y restablecer los derechos de los ciudadanos.

El Salvador ha recibido un reconocimiento por su importante descenso de las tasas de homicidio, atribuido a la agresiva campaña del Presidente Nayib Bukele contra las bandas, que ha llevado a la detención de unas 84.000 personas. Durante una ceremonia celebrada en noviembre, Costa Rica rindió homenaje a Bukele por estos esfuerzos, destacando la importancia de la paz regional y la cooperación contra el crimen organizado.

Campos tenía previsto visitar la nueva y controvertida prisión de máxima seguridad diseñada para los miembros de las bandas, una iniciativa que llamó la atención recientemente cuando Estados Unidos envió a casi 300 inmigrantes con presuntas conexiones con las bandas para ser alojados allí. El ministro de Seguridad de El Salvador, Gustavo Villatoro, se mostró dispuesto a compartir sus experiencias, si bien reconoció que cada país debe adaptar las soluciones a sus problemas específicos.

Costa Rica, considerada en su día como un modelo de paz, lucha ahora contra el aumento de la violencia, con tasas de homicidio que alcanzarán un máximo de 907 en 2023 antes de disminuir ligeramente en 2024. El país se enfrenta a los desafíos del narcotráfico, dada su posición como punto de tránsito clave para la cocaína. A diferencia de Bukele, el presidente Chaves se enfrenta a limitaciones en el Congreso, lo que complica su capacidad para aplicar reformas radicales.

 

Close Menu
enes