El Papa Francisco expulsó a 10 personas -un obispo, sacerdotes y laicos- de un movimiento católico en Perú, después de que una investigación del Vaticano descubriera abusos «sádicos» de poder, autoridad y espiritualidad.
La medida contra el liderazgo del Sodalicio de Vida Cristiana, o Sodalicio de Vida Cristiana, siguió a la decisión de Francisco el mes pasado de expulsar al fundador del grupo, Luis Figari, después de que se descubriera que había sodomizado a sus reclutas.
Credito:noticiasAP Investigadores del Vaticano Monseñor Jordi Bertomeu, a la derecha, de España, y el Arzobispo Charles Scicluna, de Malta.
Las víctimas de los abusos de Figari se quejaron a la archidiócesis de Lima en 2011, aunque otras denuncias contra él se remontan al año 2000.
Una investigación externa ordenada por el Sodalicio determinó posteriormente que Figari era «narcisista, paranoico, degradante, vulgar, vengativo, manipulador, racista, sexista, elitista y obsesionado con las cuestiones sexuales y la orientación sexual» de los miembros del Sodalicio.
La investigación fue llevada a cabo por los principales investigadores de delitos sexuales del Vaticano, el arzobispo maltés Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que viajaron a Lima el año pasado para tomar testimonio a las víctimas.
La persona de mayor rango a la que se ordenó expulsar fue el arzobispo José Antonio Eguren, a quien Francisco ya obligó a renunciar como obispo de Piura en abril por sus antecedentes, después de que demandara a Salinas y Ugaz por sus denuncias.
El Vaticano, en el comunicado, dijo que los obispos peruanos se unieron a Francisco para «buscar el perdón de las víctimas», al tiempo que pidió al atribulado movimiento que