SAO PAULO – El artista brasileño Mundano presenta el miércoles un enorme mural callejero en Sao Paulo que utiliza cenizas de incendios forestales y barro de inundaciones para poner de relieve los fenómenos meteorológicos extremos que causan estragos en todo el país, así como sus causas.
Con más de 30 metros de altura y 48 metros de ancho, el mural representa la deforestación y la grave sequía en la selva amazónica, con su tierra marrón reseca y sus tocones grises. En él aparece la activista indígena Alessandra Korap con una corona de flores y un cartel que dice: «Detén la destrucción #keepyourpromise».
Es un llamamiento al gigante de la soja Cargill, con sede en Minnesota, según Mundano. El cultivo de soja es una de las principales causas de deforestación en la Amazonia.
Cargill afirma en su página web que eliminará la deforestación de su cadena de suministro en Brasil, Argentina y Uruguay para 2025.
Mundano quiere que rindan cuentas.
«Estamos cansados de ser un país, un continente donde se nos explota a nosotros y a los recursos naturales que tenemos aquí. … Tenemos que regenerar nuestro planeta en lugar de destruirlo», dijo Mundano en una entrevista el martes.
En los últimos meses, incendios incontrolados provocados por el hombre han arrasado zonas protegidas de la Amazonia, la vasta sabana del Cerrado y el Pantanal, la mayor zona húmeda tropical del mundo. Estas llamas han propagado el humo por una vasta extensión, asfixiando a los habitantes de algunas ciudades.
La sequía ha provocado una situación crítica en todo el país, y las previsiones indican que persistirá en gran parte del país durante al menos el resto del mes, según un informe dominical del Cemaden, el centro de alerta de desastres de Brasil.
El cambio climático -provocado principalmente por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón- provoca alteraciones frecuentes y más extremas en los patrones meteorológicos.
La profundidad del río Negro en el Amazonas era de 12,46 metros el martes, un ligero aumento con respecto a 10 días antes, cuando registró su nivel más bajo desde que comenzaron las mediciones hace 122 años. La profundidad del martes seguía siendo unos 6 metros inferior a la habitual para la misma fecha en años anteriores, según datos del puerto de Manaos.