SAO PAULO – El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó el lunes un proyecto de ley que restringe el uso de teléfonos inteligentes en la escuela, siguiendo una tendencia mundial de tales limitaciones.
La medida afectará a los alumnos de primaria y secundaria de todo el país sudamericano a partir de febrero. Proporciona un marco legal para garantizar que los estudiantes sólo utilicen estos dispositivos en casos de emergencia y peligro, con fines educativos o si tienen discapacidades y los necesitan.
«No podemos permitir que el humanismo sea sustituido por algoritmos», dijo Lula en una ceremonia a puerta cerrada en el palacio presidencial de la capital, Brasilia, y añadió que el proyecto de ley “reconoce el trabajo de toda persona seria en la educación, de todos los que quieren cuidar de los niños y adolescentes de este país”.
El ministro de Educación, Camilo Santana, declaró a los periodistas que los niños se conectan a Internet a edades tempranas, lo que dificulta a los padres el seguimiento de lo que hacen, y que la restricción de los teléfonos inteligentes en la escuela les ayudará.
El proyecto de ley tuvo un apoyo poco común en todo el espectro político, tanto de los aliados del izquierdista Lula como de su enemigo de extrema derecha, el ex presidente Jair Bolsonaro.
Muchos padres y alumnos también aprobaron la medida. Una encuesta publicada en octubre por la encuestadora brasileña Datafolha afirmaba que casi dos tercios de los encuestados apoyaban la prohibición del uso de teléfonos inteligentes por parte de niños y adolescentes en las escuelas. Más de tres cuartas partes afirmaron que esos dispositivos hacen más mal que bien a sus hijos.
En 2023, cerca de dos tercios de las escuelas brasileñas impondrán alguna restricción al uso de teléfonos móviles, mientras que el 28% los prohibirá totalmente, según una encuesta publicada en agosto por el Comité Gestor de Internet en Brasil.
Los estados brasileños de Río de Janeiro, Maranhao y Goias ya han aprobado proyectos de ley locales para prohibir estos dispositivos en las escuelas. Sin embargo, las autoridades han tenido dificultades para hacer cumplir estas leyes.
Las autoridades de Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil, están debatiendo si los teléfonos inteligentes deben prohibirse tanto en las escuelas públicas como en las privadas.
Instituciones, gobiernos, padres y otras entidades llevan años asociando el uso de teléfonos inteligentes por parte de los niños con el acoso escolar, las ideas suicidas, la ansiedad y la pérdida de la concentración necesaria para el aprendizaje. China adoptó el año pasado medidas para limitar el uso de teléfonos inteligentes por parte de los niños, mientras que Francia prohíbe el uso de teléfonos inteligentes en las escuelas a los niños de entre 6 y 15 años.Cada vez son más los padres de toda Europa preocupados por las pruebas de que el uso de teléfonos inteligentes entre los niños pequeños pone en peligro su seguridad y su salud mental.
Según un informe publicado en septiembre por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), uno de cada cuatro países ya ha restringido el uso de estos dispositivos en las escuelas.