CIUDAD DE PANAMÁ – El ex ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, de 64 años, obtuvo una ventaja de 9 puntos sobre su competidor. Mulino sustituyó al ex presidente Ricardo Martinelli en las elecciones presidenciales panameñas, y las autoridades declararon extraoficialmente la contienda el domingo por la noche, después de que sus tres rivales más cercanos renunciaran.
Mulino sustituyó a Martinelli como candidato después de que se prohibiera al incendiario ex dirigente presentarse a las elecciones tras ser condenado a 10 años de prisión por blanqueo de dinero.
«Misión cumplida», dijo Mulino a una multitud de seguidores, añadiendo un improperio para enfatizar. «Esta es quizás la fecha más importante de mi vida, y la mayor responsabilidad de un panameño recae sobre mis hombros y mi familia para dirigir el destino de la nación».
En su discurso, hizo un guiño a Martinelli, diciendo: «Cuando me invitaste a ser vicepresidente, nunca imaginé esto».
El presidente tendrá que lidiar con una economía ralentizada, niveles históricos de migración, una sequía que dificulta el tránsito por el Canal de Panamá y las secuelas económicas de las protestas masivas contra la minería del año pasado.
Mulino, candidato de los partidos Alcanzando Metas y Alianza, se enfrentó al candidato anticorrupción Ricardo Lombana, que quedó en segundo lugar, al ex presidente Martín Torrijos y al ex candidato Rómulo Roux.
Los tres se rindieron el domingo por la noche, y la oficina del Presidente saliente, Laurentino Cortizo, dijo que había llamado a Mulino para felicitarle y comprometerse a trabajar con él en una transición ordenada.
Los retos a los que se enfrentará Mulino serán la deuda del país, la ralentización de la economía y, por supuesto, la emigración a través del Darien Gap.