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CIUDAD DE PANAMÁ – Panamá deportó (Martes) a colombianos en un vuelo que, según el gobierno, fue el primero pagado por Estados Unidos en virtud de un acuerdo que ambos países firmaron en Julio.

Los colombianos habían entrado ilegalmente en Panamá a través de la selva del Darién, una ruta utilizada por más de 500,000 migrantes que se dirigían al norte el año pasado. La gran mayoría de ellos eran venezolanos.

Pero, al menos por ahora, Panamá no puede deportar a los venezolanos porque la relación entre ambos países se ha vuelto tensa desde que Panamá -como la mayoría de los demás países de la región- se ha negado a reconocer los resultados de las elecciones venezolanas que dieron otro mandato al presidente Nicolás Maduro. Los dos países han suspendido sus relaciones diplomáticas.

El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, que asumió el cargo el 1 de Julio, se comprometió a detener ese flujo migratorio, un interés que comparte con el gobierno de Estados Unidos.

Mulino había dicho originalmente que los vuelos serían repatriaciones «voluntarias», pero los deportados el martes tenían antecedentes penales, dijeron las autoridades.

Roger Mojico, director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, dijo a la prensa el martes que Panamá está hablando con otros países como Ecuador e India para coordinar los vuelos de repatriación.