Skip to main content

BOGOTÁ, Colombia – El jefe del grupo rebelde más grande que queda en Colombia dijo el lunes que sólo acataría un acuerdo reciente para suspender los secuestros de civiles para pedir rescate si el gobierno cumple su promesa de financiar proyectos que podrían proporcionar a los rebeldes fuentes alternativas de ingresos.

En una columna publicada el día de Navidad, el comandante del Ejército de Liberación Nacional, Antonio García, argumentó que las autoridades y los periodistas colombianos habían informado erróneamente a la opinión pública el 17 de diciembre, cuando anunciaron que los rebeldes habían acordado poner fin a los secuestros, si se prorrogaba el alto el fuego con el gobierno el próximo año.

Los colombianos se han enfadado por los secuestros cometidos por la guerrilla, conocida por sus iniciales en español como ELN.

García dijo que, aunque se llegó a un acuerdo de este tipo durante una reciente ronda de conversaciones de paz en Ciudad de México, el gobierno también había acordado en las conversaciones crear un comité que buscaría formas de financiar las conversaciones de paz y el actual alto el fuego y determinaría qué tipo de actividades se financiarán.

El conflicto entre el gobierno y los rebeldes izquierdistas del ELN se remonta a la década de 1960. Las más grandes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o FARC, acordaron un acuerdo de paz con el gobierno en 2016, pero el ELN todavía tiene entre 2.000 y 4.000 combatientes en Colombia y la vecina Venezuela.

El líder del ELN, García, escribió que la financiación pública del alto el fuego debería estar “vinculada” a la suspensión de los secuestros.

“La paz no está diseñada para que sólo gane una de las partes”, escribió. “Todos deben beneficiarse, especialmente el país”.

El anuncio de García supone un revés para el primer gobierno de izquierdas de Colombia, que había calificado el acuerdo provisional del ELN para poner fin a los secuestros como un paso importante hacia la paz.

Las actuales conversaciones entre ambas partes comenzaron en noviembre de 2022. Aunque produjeron un alto el fuego de seis meses que finaliza el 30 de enero, ha habido pocos avances en otros frentes.

En octubre, las autoridades colombianas presionaron al ELN para que dejara de secuestrar civiles a cambio de un rescate, después de que uno de sus escuadrones conmocionara a la nación al secuestrar a los padres de la estrella de fútbol Luis Díaz cerca de su casa, en el norte del país.

La madre de Díaz fue rescatada rápidamente por la policía, mientras que su padre fue liberado 12 días después, tras múltiples protestas y esfuerzos de mediación.

Pero García advirtió que el grupo no se vería obligado a renunciar a los secuestros.

“No hemos llegado a un acuerdo en los diálogos de paz, sobre detenciones políticas, judiciales o económicas”, dijo en un mensaje publicado en X, antes Twitter.

El Ministerio de Defensa de Colombia afirma que el grupo mantiene en su poder al menos a 38 rehenes.