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MÉXICO D.F. – Las corridas de toros se reanudaron el domingo en Ciudad de México después de que el máximo tribunal del país revocara temporalmente una sentencia local que daba la razón a los defensores de los animales y suspendía los festejos durante más de un año y medio.

La reanudación de las corridas en la Plaza México, el mayor coso taurino del mundo, levantó las expectativas de los aficionados ante la larga batalla legal entre entusiastas y detractores, que argumentan que la práctica viola el bienestar animal y afecta al derecho de las personas a un medio ambiente sano.


Las corridas de toros siguen estando permitidas en gran parte de México. En la capital, la lucha legal por su futuro está llena de vericuetos.

El primer torero en salir al ruedo fue el famoso matador mexicano Joselito Adame, y miles de personas aplaudieron el regreso de la “fiesta brava”. “Viva la libertad”, gritaron algunos cuando el primer toro entró en una plaza abarrotada de espectadores.

En total, el domingo se lidiaron seis toros, y todos murieron.

En el exterior, horas antes del comienzo oficial, unas 300 personas se congregaron frente a la Plaza México para protestar contra las corridas de toros. Algunos activistas gritaban “¡Asesinos!” y “¡La plaza se va a caer!”, mientras otros tocaban tambores o permanecían de pie con carteles en los que se leía “Las corridas de toros son sadismo”.


Policías con escudos permanecían a la espera. La protesta fue mayoritariamente pacífica, aunque hubo algunos momentos de tensión cuando algunos activistas lanzaron botellas de plástico y piedras.

En mayo de 2022, un tribunal local ordenó el cese de las actividades taurinas en la Plaza México, pero éstas se reanudaron el domingo porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó en diciembre la suspensión.

Los grupos defensores de los derechos de los animales han ido ganando terreno en México en los últimos años, mientras que los seguidores de las corridas de toros han sufrido varios reveses. En algunos estados como Sinaloa, Guerrero, Coahuila, Quintana Roo y la occidental ciudad de Guadalajara, las medidas judiciales limitan ahora la actividad.

Ganaderos, empresarios y aficionados sostienen que la prohibición de las corridas afecta sus derechos y pone en riesgo varios miles de empleos vinculados a la actividad, que según ellos genera unos 400 millones de dólares al año en México. La Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia de México calcula que la tauromaquia es responsable de 80.000 empleos directos y 146,000 indirectos.

La asociación ha organizado eventos y talleres en los últimos años para promover las corridas de toros y encontrar nuevos aficionados más jóvenes.