Skip to main content

La nueva prohibición de viajar del presidente Donald Trump, que entró en vigor el lunes, restringe la entrada de ciudadanos de 12 países, principalmente africanos y de Oriente Medio, entre ellos Afganistán, Irán, Somalia y Yemen, en medio de los debates en curso sobre la aplicación de las leyes de inmigración.

Mientras que los visados expedidos anteriormente siguen siendo válidos, las nuevas solicitudes de estos países serán rechazadas a menos que cumplan estrictos criterios de exención, lo que indica un enfoque más específico diseñado para resistir los desafíos legales a los que se enfrenta la orden ejecutiva inicial más amplia. La política también impone mayores restricciones a los viajeros de otros países como Cuba, Venezuela y Laos, que se encuentran fuera de EE.UU. sin visados válidos, aunque los que ya tienen visados pueden seguir entrando.

A pesar de las preocupaciones de los defensores de los inmigrantes y de las comunidades afectadas, los primeros informes de los principales aeropuertos, como los de Miami y Los Ángeles, indicaban que el primer día de la prohibición se había desarrollado con normalidad, y que viajeros como el cubano Luis Hernández no habían sufrido ninguna interrupción. Muchas personas manifestaron que sus planes de viaje no se habían visto afectados, aunque algunas, como la ciudadana estadounidense Magda Moreno, reconocieron la dificultad emocional de no poder reunirse con sus familiares debido a las restricciones. Los expertos sugieren que esta nueva iteración de la prohibición pretende ser más precisa al centrarse en los procesos de solicitud de visados y en las tasas de rebasamiento de la estancia autorizada, citando Trump la preocupación por la seguridad nacional y la amenaza potencial que suponen los visados rebasados, en referencia al atentado de Boulder (Colorado).

La prohibición ha suscitado rápidas críticas de organizaciones de ayuda a los refugiados y de países como Haití, que advirtieron de que haitianos inocentes podrían verse injustamente afectados en medio de la actual violencia de bandas y la inestabilidad política. El gobierno de transición de Haití ha instado a negociar la retirada del país de la lista, haciendo hincapié en el coste humanitario. En particular, la inclusión de Afganistán ha suscitado controversia, especialmente entre quienes trabajan para reasentar a los refugiados afganos; sin embargo, se hacen excepciones para ciertos titulares de visados afganos, incluidos los que tienen visados especiales de inmigrante y han apoyado los esfuerzos de Estados Unidos en las dos últimas décadas. En general, la política representa un cambio significativo en la aplicación de la ley de inmigración estadounidense, con debates en curso sobre sus implicaciones para la seguridad y las preocupaciones humanitarias.