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BOGOTÁ, Colombia – Colombia intentará controlar su población de más de 100 hipopótamos, descendientes de animales traídos ilegalmente al país por el fallecido capo de la droga Pablo Escobar en la década de 1980, mediante la esterilización quirúrgica, el traslado de hipopótamos a otros países y posiblemente la eutanasia, dijo el gobierno el Jueves (2 de Noviembre).

Los hipopótamos, que se extendieron desde la finca de Escobar a los ríos cercanos donde florecieron, no tienen depredadores naturales en Colombia y han sido declarados especie invasora que podría alterar el ecosistema.

Las autoridades calculan que hay 169 hipopótamos en Colombia, sobre todo en la cuenca del río Magdalena, y que si no se toman medidas podría haber 1.000 en 2035.
La ministra de Medio Ambiente, Susana Muhamad, explicó que la primera fase del plan consistirá en la esterilización quirúrgica de 40 hipopótamos al año, que comenzará la próxima semana.

El procedimiento es caro -cada esterilización cuesta unos 9.800 dólares- y entraña riesgos para el hipopótamo, como reacciones alérgicas a la anestesia o la muerte, así como riesgos para el personal de sanidad animal, según el ministerio. Los hipopótamos están dispersos por una amplia zona, son territoriales y a menudo agresivos.

Los expertos afirman que la esterilización por sí sola no basta para controlar el crecimiento de la especie invasora, razón por la cual el gobierno está organizando el posible traslado de los hipopótamos a otros países, plan que se anunció en Marzo.

Muhamad dijo que las autoridades colombianas se han puesto en contacto con las de México, India y Filipinas, y están evaluando enviar 60 hipopótamos a la India.
“Estamos trabajando en el protocolo para la exportación de los animales”, dijo. “No vamos a exportar ni un solo animal si no hay autorización de la autoridad ambiental del otro país”.
Como último recurso para controlar la población, el ministerio está creando un protocolo de eutanasia.

Un grupo de hipopótamos fue llevado en los años ochenta a la Hacienda Nápoles, el zoo privado de Escobar que se convirtió en atracción turística tras su muerte en 1993. La mayoría de los animales viven libremente en los ríos y se reproducen sin control.Los habitantes del cercano Puerto Triunfo se han acostumbrado a que los hipopótamos campen a sus anchas por la ciudad.

Los científicos advierten de que las heces de los hipopótamos cambian la composición de los ríos y podrían afectar al hábitat de los manatíes y capibaras locales.